Toda la verdad sobre los paneles usados y de segunda mano

Los paneles de segunda mano existen debido a las huertas solares, ya que, son paneles que han sido desechados de huertas solares por ser defectuosos o por no ofrecer el rendimiento esperado. Si un cliente compra estos paneles, al ofrecer un rendimiento bastante menor al esperado, ocasionará problemas en todo el equipo solar y especialmente en las baterías reduciéndose sus años de vida útil.

En una instalación de autoconsumo también sería una muy mala inversión, ya que su bajo rendimiento triplicará el tiempo de amortización de los paneles. El cliente tampoco tendrá garantías por defectos de fábrica, puesto que no se tratarán de paneles nuevos. Ambos factores supondrán una gran desventaja.

En conclusión, comprar paneles de segunda mano o usados es una muy mala inversión, ya que ofrecen un rendimiento de al menos un 50% menor a un panel nuevo  y, aunque sean más baratos, no van a contar con las garantías de los paneles nuevos.

Si bien el mercado de paneles de segunda mano siempre ha existido, actualmente ha cogido más relevancia al aparecer tiendas que venden este tipo de productos directamente como un producto como los demás. Hablamos de algo más peligroso que las simples ventas entre particulares por webs de venta de productos de segunda mano. Quiénes realizan estas ventas son empresas reconocidas y el cliente va a confiar ciegamente en esta compra por su mejor precio en comparación con un panel nuevo. Desconociendo el comprador los problemas y desventajas que tienen estos paneles, una vez los haya instalado en su instalación. Problemas que van a aparecer desde el primer momento. Estos problemas los vamos a analizar a continuación.

¿De dónde salen los paneles de segunda mano?

Los paneles solares usados o de segunda mano son paneles que han sido desechados de huertas solares. Esto se produce porque son paneles defectuosos que no ofrecen el rendimiento esperado. Esto se conoce, ya que en las huertas solares se analiza y registra el rendimiento que produce cada panel. Cuando se detectan paneles con una caída importante en su rendimiento, los propietarios de estos huertos solares reclaman al seguro la garantía de estos paneles. Es entonces cuando se sustituyen estos paneles defectuosos por paneles nuevos. En este momento los paneles usados pasan al mercado vendiéndose como panes de segunda mano a un precio más bajo que los paneles solares nuevos. Sin embargo, aunque el precio sea muy apetecible, son una inversión muy mala, ya que aun siendo más baratos, su bajo rendimiento los convierte en un producto caro. Cuando se sustituyen estos paneles en las huertas solares es porque son paneles que están generando en ese momento un rendimiento por debajo del 50% del que deberían ofrecer.

Problemas colaterales por culpa de los paneles de segunda mano

Por lo tanto, por muy bien dimensionada que se haya realizado una instalación, si luego se instalan este tipo de paneles, el rendimiento del equipo solar será deficiente. Utilizar estos paneles solares de segunda mano va a ser un problema para el resto de componentes de la instalación. Ya que, estos paneles nunca van a ofrecer lo que se espera de ellos y, por tanto, las baterías no van a recibir la cantidad de energía diaria esperada. El bajo rendimiento va a afectar enormemente a las baterías, las cuales, va a estar trabajando continuamente en niveles muy bajos de carga y produciendo en su interior una rápida sulfatación. Lo que se va a traducir en una drástica reducción de la vida útil de las baterías. De esta forma, lo que en un inicio parecía una buena inversión, va a terminar siendo una mala inversión.

​Cuando el cliente vea que hay un problema debe acudir a una empresa experta en el sector como podría ser Damia Solar. Los técnicos van a descubrir los problemas de rendimiento en los paneles solares, así cómo, los problemas en las baterías causadas por un sobreesfuerzo. La solución va a resultarle cara al cliente, ya que deberá cambiar de inmediato los paneles solares, y a corto plazo las baterías, dañadas por culpa de la pobre generación de energía en comparación con la demanda de energía del hogar. Puesto que no hay que olvidar que las baterías solares son el elemento más delicado de la instalación y a su vez el más costoso. Entonces el propietario deberá cambiar tanto los paneles solares fotovoltaicos como las baterías.

Paneles de segunda mano para autoconsumo

Si se tratase de una instalación de autoconsumo también sería una muy mala inversión, ya que con la instalación de los paneles solares usados, se cubriría un porcentaje muy bajo de los consumos de la vivienda. Estos paneles usados, como​ ya hemos comentado, son desechados de las huertas solares por su pobre rendimiento. Provocando que sea​ necesario para el regulador de red utilizar en su gran mayoría energía de la red eléctrica. Por lo tanto, el tiempo de amortización de la instalación de autoconsumo se multiplicará por 3 y no habrá ninguna ventaja para el cliente.

Es importante recordar que los paneles solares se fabrican siguiendo estándares de calidad y certificaciones. Lo que aporta mucha confianza y fiabilidad de los fabricantes respecto a su producto. Por este motivo, la gran mayoría de fabricantes dan 25 años de garantía en todos sus paneles. Ofreciendo un rendimiento superior al 80% pasados 25 años de funcionamiento de estos paneles.

Además, los paneles también ofrecen según la marca de 8 a 10 años de garantía por defectos de fábrica, es decir, problemas que pudieran surgir en las células, en el cristal protector, o en el marco de aluminio del panel. Por lo tanto, estas garantías de los paneles nuevos no los va a tener el cliente que compre paneles de segunda mano.

Más información sobre este tema en nuestro artículo:

En el siguiente artículo te damós más información en profundidad acerca de porqué son una mala inversión los paneles de segunda mano.


En conclusión

En conclusión, comprar paneles de segunda mano o usados es una muy mala inversión, ya que la gran mayoría de los paneles de segunda mano son paneles desechados de huertas solares debido a un bajo rendimiento. Por lo tanto, aunque su precio sea menos los paneles nuevos, no van a contar con las garantías de los paneles nuevos y además van a tener un rendimiento de al menos un 50% menor a un panel nuevo.

En consecuencia, aunque el precio parezca más atractivo en un inicio, en lo que se refiere al mercado de paneles solares, siempre hay que desconfiar de los productos fotovoltaicos de segunda mano. A fin de cuentas, tenemos que basarnos en el sentido común y en la experiencia. En el hecho de que los paneles actuales tienen una vida útil que puede alcanzar los 40 o 50 años, con una garantía de 25 años. Por lo tanto, en condiciones normales, nadie quería vender unos paneles en garantía cómo paneles de segunda mano, ya que luego le saldría más cara la sustitución de esos paneles.

Por estos motivos, desde la empresa Damia Solar recomendamos siempre la compra de paneles nuevos y con garantía. Y no picar con las tiendas que venden este tipo de productos. O páginas de venta de productos de segunda mano, dónde se ofrezcan este tipo de paneles usados, ya que su procedencia va a ser dudosa. Y su rendimiento, como ya hemos indicado en la gran mayoría de los casos, va a ser muy pobre.

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