Existen 4 tipos de paneles solares según la tecnología de fabricación de obleas de silicio utilizada. Se pueden fabricar células solares de silicio monocristalino, de silicio policristalino, de silicio cuasi-monocristalino, o de silicio amorfo. Cada tipo de panel solar con sus ventajas e inconvenientes.

Comparativa entre los paneles solares monocristalinos, policristalinos, cuasi mono y amorfos

En la entrada al blog de esta semana vamos a hablar acerca de los 4 tipos de paneles solares existentes según la tecnología de fabricación de células de silicio utilizada. Según la tecnología usada para la fabricación de los paneles solares, se podrá obtener células solares de silicio monocristalino, policristalino, cuasi-monocristalino, o de silicio amorfo. Vamos a explicar en detalle cada uno de los 4 tipos de paneles solares que se pueden encontrar en el mercado de la energía solar fotovoltaica:

 

Paneles solares de silicio monocristalino

Fueron los pioneros de la energía solar y se empezaron a fabricarse en la década de 1950 con el método de Czochralski para uso de la Nasa principalmente. Estos paneles se fabrican mediante lingotes de silicio puro de un solo cristal adoptando una forma cilíndrica una vez solidificados. Por este motivo son típicas sus células con los bordes redondeados. Sus células tienen un rendimiento mayor que las placas policristalinas con un tamaño un poco mayor de 2 cm de media de largo. Con lo cual el rendimiento del panel solar será el mismo. Ejemplo de panel solar monocristalino: placa monocristalina 100w.

Paneles solares de silicio policristalino

Se fabrican mediante silicio puro con múltiples cristales y derretido en un molde cuadrado que se enfría y se corta en láminas de silicio perfectamente cuadradas. Tiene la ventaja de que, aunque el panel solar se encuentre parcialmente cubierto por sombra o por nieve, el circuito solar sigue funcionando en su amplitud. Como hemos explicado en el apartado de las placas monocristalinas, en la actualidad las placas policristalinas se fabrican con un tamaño un poco mayor para obtener el mismo rendimiento y potencia del panel. Gracias a su fabricación utilizando múltiples cristales, las placas poli captan mejor la radiación solar difusa y la que se produce en las primeras y últimas horas del sol. Además, este tipo de panel tiene menor tolerancia al calor con lo cual se calienta menos en verano lo que ayuda a que mejore también su rendimiento. Ejemplo de panel solar monocristalino: panel policristalino 150w.

Paneles solares de silicio cuasi-mono

Se fabrican combinando el sistema de fabricación lenta de célula monocristalina pero utilizando un control cuidadoso de la orientación del cristal con lo cual se obtiene una célula monocristalina con partes de célula policristalina y que es perfectamente cuadrada. Con lo cual ofrecen un rendimiento excelente gracias a la fusión de los 2 tipos de célula solar en una sola. La principal diferencia de este panel solar reside en que la imagen visual de las células no es uniforme como en el caso de las células monocristalinas y policristalinas. Sinó que al fabricarse combinando los 2 tipos de células, tienen una imagen desigual con partes monocristalinas y partes policristalinas en la misma oblea.

Paneles solares de silicio amorfo

Se fabrican depositando en forma de vapor una película de silicio encima de una superficie de acero. A causa de su menor densidad de potencia, requieren como mínimo el doble de espacio que el resto de placas solares para conseguir la misma potencia en vatios. Es decir, para un panel solar de 100W 12V policristalino de medidas 117 x 67 cm, en panel solar amorfo tendrá un tamaño de 141 x 111 centímetros para conseguir los 100w de potencia. Por ello, la eficiencia del panel solar amorfo no es tan alta como en los paneles cristalinos. Por este motivo se recomiendan siempre y cuando se tenga mucho espacio para colocarlos. Son paneles más baratos, pero en contra su rendimiento decae más deprisa con el paso de los años en comparación con los paneles cristalinos. Hay que tener en cuenta también que, al tener dimensiones más grandes, los costes en estructuras y en cable eléctrico serán mayores.

CONCLUSIÓN: En el mundo real, al cabo del año, el rendimiento será el mismo para un panel solar monocristalino, un panel policristalino y para un panel cuasi-mono. Las ventajas de uno u otro son mínimas y se contrarrestan por factores climáticos como la temperatura ambiente, la cantidad de nubes o la intensidad de luz. Por su parte, el panel solar amorfo al fabricarse con película fina, si bien al inicio ofrecerá el mismo rendimiento, con el paso del tiempo tenderá a degradarse más rápido y su potencia total se reducirá.

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