Baterías solares recargables

Las baterías solares son una pieza fundamental todo sistema de energía solar fotovoltaica, ya que se encargan de acumular la energía producida por los paneles fotovoltaicos durante las horas de sol para poder utilizarla cuando dichos paneles no pueden generar energía o no la suficiente, como ocurre durante la noche o en días nublados.

Además, el uso de baterías permite proveer una intensidad de corriente superior a la que puede ofrecer un panel fotovoltaico en funcionamiento cuando, por ejemplo, se utilizan varios aparatos eléctricos en un mismo instante.

Las baterías se cargan cuando la cantidad de energía que estamos generando sobrepasa a la que demandamos. En días soleados y con poco viento es muy fácil generar más electricidad de la que estamos consumiendo. Es en esos momentos cuando la energía sobrante se desvía para cargar las baterías solares.

Una batería se compone de pequeños acumuladores de 2V integrados en el mismo elemento; y tiene corriente continua a 6, 12, 24 o 48V. El acumulador es la celda que almacena energía a través de un proceso electroquímico. Así, cuando hablamos de una batería de 12V, nos referimos un conjunto en serie de 6 celdas de plomo-ácido de 2V cada una.

Tipos de baterías solares recargables

Baterías de ciclo bajo

Las baterías solares de este tipo están diseñadas para poder cubrir la demanda de un edificio o casa durante un tiempo relativamente corto, básicamente para aquellos momentos en los que la demanda eléctrica sufre algunos picos muy altos. Es entonces cuando la batería ayuda a completar el suministro para que no sea interrumpido en ningún momento.

Estas baterías, aunque recargables, no pueden aguantar descargarse mucho porque comienzan a desgastarse y deteriorarse. Al igual que las baterías de los móviles, poseen ciclos de carga y descarga fijos que es llamado vida útil. Si continuamente permanecemos descargando la batería por debajo del 20% estaremos forzándola mucho y reduciremos su tiempo de vida útil.

En este grupo encontraríamos, por ejemplo, las baterías Monoblock, destinadas a pequeñas instalaciones fotovoltaicas y donde la relación calidad-precio debe de ser equilibrada.

Baterías de ciclo profundo

Estas baterías en cambio están diseñadas para descargarse hasta el 80% de su capacidad durante más veces. Son, en general, las más utilizadas y la mejor opción dado que el usuario puede despreocuparse por su utilización ya que no se van a deteriorar con tanta rapidez.

A la hora de elegir entre un modelo u otro, lo importante es conocer la cantidad de electricidad medida en amperios que se necesita para cargarse completamente.

La eficiencia de carga es otro aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir una batería solar. Este parámetro nos señala la relación entre la energía que se emplea para cargarla al máximo y la energía que estamos acumulando. Hay baterías que tardan mucho en cargarse y, por tanto, empleamos más energía de la que estamos almacenando. En este caso, el balance energético es negativo, por lo que estaremos perdiendo dinero y electricidad. Cuanto más cerca esté al 100% de eficiencia, más calidad tendrá el producto.

También es importante recordar que, si no utilizamos la batería, se acabará descargando sola completamente.

Entre los tipos de baterías de ciclo profundo, encontramos, por ejemplo:
 

Baterías de AGM
Tienen el electrolito inmovilizado y unas válvulas de regulación de gases para evitar pérdidas, por eso también se denominan “sin mantenimiento”. Tienen una duración media medida en número de ciclos de carga-descarga a una misma profundidad de descarga más elevada que las baterías monoblock.

Baterías de GEL
Las baterias de gel están fabricadas con electrolito gelificado sellado y no necesitan mantenimiento. Tienen una vida media de 12 años en condiciones normales de uso y ofrecen un rendimiento intermedio entre las baterías solares monoblock y las estacionarias OPZS. Su excelente rendimiento en continuos ciclos de carga y descarga, las hacen óptimas para usar en instalaciones de energía solar fotovoltaica. El mejor ejemplo de ellas es la batería de GEL Ecosolar de 250Ah de capacidad que permite descargas profundas y tiene una muy baja autodescarga, lo que es muy útil para instalaciones aisladas donde no hay un control diario de la instalación.

Baterías de litio
Ocupan poco espacio, pesan poco y no emiten gases. Por tanto, se pueden colocar en cualquier sitio, y el tiempo de carga es el más rápido. Se pueden realizar descargas totales sin verse su vida intensamente afectada. La desventaja que actualmente tiene este tipo de baterías es su elevado costo. Sin embargo, en un futuro se espera que los fabricantes lo podrán optimizar.

Baterías estacionarias
Estas baterías tienen una larga vida útil y son perfectas para instalaciones que requieran un consumo diario y durante largos períodos de tiempo. Están compuestas por 6 vasos de 2v cada uno, pueden acumular grandes cantidades de energía (las hay en una amplia gama de diferentes capacidades).

Si tienes alguna duda sobre qué tipo de batería usar en tu instalación solar, ¡contáctanos sin compromiso! En Damia Solar somos expertos en energía solar y será un placer asesorarte y ofrecerte la mejor solución en cada caso. Nos encontrarás en el teléfono 973 972 533 o bien mediante el correo electrónico info@damiasolar.com

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